El ex primer ministro portugués y ex Alto Comisario para los Refugiados, Antonio Guterres, fue elegido oficialmente el jueves por el Consejo de Seguridad (CS) para suceder al surcoreano Ban Ki-Moon, a la cabeza de la Organización de las Naciones Unidas, un nombrmiento que cae como un hacha sobre la cabeza de los gobernantes de Argel y de sus protegidos del Polisario.
La candidatura del portugués Antonio Guterres, quién obtuvo en una reunión a puerta cerrada, el apoyo unánime de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, debe ser aprobada de forma automática por los delegados de los 193 países miembros de la Asamblea General de la ONU.
Antonio Guterres, de 66 años, ya era el favorito después de terminar a la cabeza de seis encuestas preliminares. La confirmación de su nombramiento por la A.G de la ONU debería ser ya una formalidad. El jueves, Guterres obtuvo doce apoyos dentro del CS, contra once para el ex presidente de Eslovenia, Danilo Turk.
El ex primer ministro de Portugal, que debe tomar posesión del cargo el 1 de enero de 2017, es un gran amigo de Marruecos sabe que el espinoso tema de la disputa territorial en torno al Sahara Occidental, oponiéndo desde hace más de cuatro décadas, los dos vecinos Magrebinos, Marruecos y Argelia. Su nombramiento como jefe de la ONU ofrece un gran rayo de esperanza para la resolución final y rápida de la disputa territorial sobre el Sahara marroquí que ha durado demasiado tiempo.
Durante el mandato de Ban Ki-Moon y su enviado personal para el Sahara, el ex embajador de Estados Unidos en Argel, Christopher Ross, las negociaciones sobre este tema han quedado parados, a excepción de algunos avances casi insignificantes que permitieron continuar, en términos humanitarios, el intercambio de visitas familiares entre los saharauis de las provincias del sur del Reino y los establecidos en los campamentos de Tinduf en territorio argelino.
De acuerdo con especialistas de la cuestión del Sahara Occidental, ahora, las cosas se presentan bastante mal para el Polisario y su patrocinador de Argelia, sin embargo, la voz de Marruecos debe encontrar un buen oído para la implementación de una propuesta la autonomía que había presentado en 2007 a la ONU, como una solución al conflicto.
Los mismos analistas dicen que es probable que se arregle en 2017, con el nombramiento de un nuevo Secretario General de la ONU, que será seguido por la sustitución de su enviado personal para el Sahara, Christopher Ross, que ha completamente fracasado en su misión.
La más probable elección a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, también es una gran amiga de Marruecos, el retorno del Reino de Marruecos a principios de 2017, en el seno de su gran familia de la Unión Africana (UA) acoplada de la sustitución del actual presidente de la Comisión de la UA, el surafricano Nkosazana Dlamini-Zuma famoso por sus posiciones abiertas favorables al Polisario, son signos de un inminente acuerdo del expediente del Sahara occidental a favor de Marruecos y de sus reivindicaciones territoriales.