Malawi retiró el viernes su reconocimiento de la RASD, una república del Sahara no reconocida por la ONU y reivindicada por el Polisario, un movimiento apoyado por Argelia, que compite con Marruecos la soberanía sobre el vasto territorio del Sahara Occidental, en el sur del reino.
Esta nueva retirada empeora la profunda crisis diplomática en la cual se ha envuelto el Polisario, cuya república no es reconocida que por un puñado de países, encabezados por Argelia.
Mientras tanto, Marruecos sigue sumando puntos, sobre todo porque la ofensiva diplomática encabezada por el Rey Mohammed VI en dirección de África y que fue coronado en enero, por el retorno del reino dentro de la Unión Africana .
El anuncio de la retirada por Malawi de su reconocimiento de la RASD se hizo después de una reunión el viernes en Rabat, entre Nasser Bourita, el jefe de la diplomacia marroquí, y su homólogo de Malawi, Francis Kasaila.
Con esta decisión, Malawi tiene la intención de apoyar los esfuerzos de las Naciones Unidas para lograr una solución política duradera. Marruecos propone la autonomía en el Sahara, pero esta propuesta se enfrenta a la negativa de Argelia, que apoya a los rebeldes independentistas saharauis.
Más que una victoria para Marruecos, la retirada del reconocimiento de la RASD es una amarga derrota para la diplomacia argelina y para el Polisario. Estos últimos han encajado en el espacio de unos pocos meses a varios reveses diplomáticos sobre la cuestión del Sahara.
Muchos estados africanos a imagen de Zambia, Tanzania y otros países del sur de África que tradicionalmente apoyaban al Polisario, retrocedieron, uniéndose a los esfuerzos de Marruecos para llegar a una solución política duradera.
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