Las relaciones entre Argelia y Mauritania están en una situación desesperada debido a la cuestión del Sáhara Occidental, una disputa que se proyecta cada vez a Argel como el actor principal de este conflicto regional en el que el Polisario aparecía como un simple figurante.
El origen del envenenamiento de las relaciones entre Argelia y Mauritania, la expulsión por parte de las autoridades mauritanas de un diplomático argelino en Nuakchott. Consejero en la representación de Argelia en Nuakchott, el argelino Belkassem Charouatti fue acusado por el gobierno de Mauritania de sobornar a un periodista mauritano con el fin de envenenar las relaciones entre Marruecos y Mauritania.
El periodista mauritano Mulay Brahim Ould Moulay Zein ha publicado de hecho un artículo afirmando que Nuakchott se habria formalmente quejado de que las fronteras de Mauritania están inundadas por el cannabis proveniente de Marruecos. Las autoridades de Nuakchott sintieron el manejo, sobre todo que las relaciones entre Rabat y Nuakchott han experimentado un calentamiento neto en los últimos meses. Una reconciliación que comienza a preocupar a Argel, siempre rápido en querer aislar a Marruecos en la región.
Las autoridades mauritanas luego convocaron el 21 de abril, al periodista sin escrúpulos para explicaciones antes de decidir la expulsión del diplomático argelino. Esta decisión enfureció a las autoridades argelinas, que respondieron al declarar persona non grata mutua un diplomático de la Embajada de Mauritania en Argel. Mohamed Ould Abdellah, Primer consejero de la embajada es del mismo rango que el diplomático argelino expulsado de Nuakchott.
Este nuevo episodio confirma la observación hecha por muchos observadores en el compromiso a cara descubierta de Argelia en la cuestión del Sahara Occidental, mientras que constantemente reclama el estatuto de país observador. El último ejemplo de este compromiso indiscreto, el intento de Argelia para introducir los representantes de la República Saharaui (RASD), no reconocida por las Naciones Unidas en la Conferencia Internacional sobre las Zonas Exentas de Armas Nucleares celebrada, la semana pasada en la sede de la ONU en Nueva York.
Los impostores fueron rápidamente desenmascarados e inmediatamente expulsados de la reunión.
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