Marruecos hace un regreso triunfal en la Unión Africana

reunidos en la cumbre en Addis Abeba, los jefes de Estado de la Unión Africana decidierón el lunes, por una abrumadora mayoría (39 votos de un total de 54) la reintegración de Marruecos, que había dejado el organismo continental en 1984 para protestar contra la llama República saharaui «RASD» proclamada por el Frente Polisario.

De acuerdo con el presidente senegales Macky Sall 39 jefes de Estado de los 54 países miembros de la UA, votaron por el retorno del Reino de Marruecos en la Unión. Sólo nueve países se opusieron a la vuelta de Marruecos.

A pesar de la hostilidad mostrada por estos países, encabezados por Argelia y Sudáfrica, dos miembros influyentes de la UA, la delegación marroquí encabezada por el Rey Mohammed VI en persona, estaba desde el principio, segura en cuanto al resultado del proceso de integración, es por esta razón por la que el monarca marroquí fue uno de los primeros jefes de estado en llegar el viernes en la capital etíope.

Además de cuarenta jefes de Estado y de gobierno de África que han respondido a la invitación del rey Mohammed VI a una gran recepción que celebro en su honor este fin de semana en el Hotel Sheraton de Addis Abeba.

Por otra parte, el rey de Marruecos es esperado, este martes en el plenario donde tiene que pronunciar un discurso ante sus compañeros africanos, el primero de este tipo desde que Marruecos abandonó en 1984 la organización panafricana tras la admisión forzada de la RASD, que se impuso repentinamente a golpe de petrodólares, por los regímenes de Argelia y Libia de la época.

El regreso de Marruecos coincide con la salida de la Presidenta de la Comisión de la UA (el órgano ejecutivo de la organización), la sudafricana Nkosazana Dlamini-Zuma, que ha invertido toda su mala fé para retrasar o incluso sabotear, el regreso de Marruecos a la UA.

Apoyado en sus maniobras anti-marroquíes por los corruptos diplomáticos argelinos y un puñado de países de habla Inglés, en particular, Dalmini-Zuma ha hecho todo lo posible para «introducir nuevas condiciones» para la adhesión de Marruecos y sacar máximos obstáculos en su camino de vuelta en la organización panafricana.

La campaña diplomática que Mohamed VI conduce desde hace seis meses en África, fue un éxito y terminó en un sonado fracaso diplomático de las maniobras de Argelia y Sudáfrica. Marruecos ha ganado así en la primera ronda la virulenta batalla diplomática que le libra la vecina Argelia alrededor de una parte de su Sahara.

La segunda ronda de esta batalla se jugará internamente sobre la legitimidad de la presencia dentro de la unión africana de la «RASD», un estado títere que incluso las Naciones Unidas nunca ha reconocido.

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