El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, que ha expuesto a la luz del dia su sesgo a favor de las tésis separatista del Polisario apoyada por el régimen argelino está en una mala posición en la discordia que ha creado entre la ONU y Marruecos.
Mientras que deseaba el apoyo del Consejo de Seguridad (CS), Ban Ki-Moon fue probablemente desautorizado por los quince miembros del Consejo en su reunión el jueves 19 de marzo, para la revisión de las decisiones de Marruecos de expulsar a 84 funcionarios civiles de la MINURSO y de suspender su contribución financiera voluntaria de 3 millones de dólares en está misión.
De hecho, cuatro miembros no permanentes del Consejo de Seguridad (España, Japón, Egipto y Senegal), además de Francia y Rusia, se han negado abiertamente a aprobar el S.G ONU y defendierón la posición de Marruecos.
Este dossier se revisará el lunes en un almuerzo informal con los embajadores de los 15 miembros del Consejo y el secretario general de la ONU.
Sin embargo, detrás de las escenas de la ONU, se rumorea fuertemente que Ban está muy mal parado en su disputa con el Reino de Marruecos. Después del sincero apoyo reiterado a Marruecos por Francia y los seis países árabes miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y más recientemente por Rusia, Washington ha reafirmado este fin de semana, que la propuesta marroquí es «seria, realista y creíble «.
«Consideramos que el plan de autonomía marroquí como serio, realista y creíble», dijo el sábado 20 de marzo, en su cuenta de Twitter, la misión de Estados Unidos ante la ONU, y agregó que la propuesta «representa un enfoque que puede satisfacer las aspiraciones Sáhara occidental».
La misma posición fue confirmada en Washington, por el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney y en Rabat por el Embajador de los Estados Unidos en Marruecos, Dwight L. Bush que han precisado afirmó que los Estados Unidos continúan en desear «una solución pacífica, duradera y mutuamente aceptable» al conflicto del Sáhara.
Según los observadores, estos anuncios son un repudio mordaz no sólo para Ban Ki-Moon, pero especialmente para los gobernantes de Argel y el Polisario que comenzarón a cantar victoria al hablar de una supuesta inversión de la posición de la ONU a su favor.
Para cerrar la página de está disputa, opinan los observadores, Ban Ki-Moon no tiene más remedio que emitir una disculpa formal al gobierno y al pueblo Marroquí por todo el daño que les ha causado.