El plan de autonomía que Marruecos prevé el Sahara tiene muchas similitudes con las autonomías vigentes en Canadá, en Europa y en los Estados del Caribe de Trinidad y Tobago, St. Kitts y Nevis y Antigua y Barbuda.
Es la opinión compartida por muchos expertos de esos países que asisten a un seminario internacional sobre «las relaciones exteriores de las comunidades autónomas y la cooperación transfronteriza», organizada el pasado lunes en la sede de la ONU, por la Misión Permanente de Marruecos ante las Naciones Unidas.
Los debates del seminario presididos por Marc Finaud, Asesor Principal del Centro para la Política de Seguridad de Ginebra, fueron dirigidos por expertos, investigadores y académicos de Canadá, Italia y Trinidad y Tobago.
En su discurso, Marc Finaud señaló que «la gran innovación del proyecto marroquí es proporcionar un reparto de competencias entre el gobierno central y la región autónoma, incluidas las aplicables en el ámbito de las relaciones exteriores».
Finaud cree en su presentación que «la extensión de los poderes de la Comunidad Autónoma iría mucho más allá de la práctica actual en la mayoría de los estatutos de autonomía». Para este experto de Ginebra, en el caso del Sahara marroquí, «no sólo la región sería consultada por el gobierno sobre las actividades internacionales en las esferas de competencia de esta última, pero la iniciativa marroquí también permite a la region autónoma de ejercer sus propias relaciones exteriores en el marco, ahora reconocido a nivel internacional, de la cooperación descentralizada. «
Sucediéndoles, el presidente director general de la Asociación Internacional de Montreal en Canadá, el profesor Jean-Louis Roy señalo las similitudes entre el sistema de las provincias de Canadá y la iniciativa marroquí de autonomía en las relaciones exteriores.
La representación de las poblaciones de la región autónoma del Sahara en el Parlamento y otras instituciones nacionales, según lo previsto en el artículo 18 del plan marroquí de autonomía, ha hecho constatar, permitirá a la región para defender intereses de la población local y para garantizar que sus preocupaciones sean tomadas en cuenta por el Gobierno central.
En la opinión de muchos expertos especializados en las relaciones internacionales, el proyecto de autonomía presentado por Marruecos ante la ONU, es un modelo que se adapta a la lógica democrática y liberal. Esta propuesta, inspirada de ciertas experiencias en el extranjero, sobre todo española, precisan, de manera general, una repartición racional de las competencias entre el gobierno central y la entidad regional autónoma, respetando al mismo tiempo la unidad del Estado nación.
Y estos juristas de concluir que la iniciativa marroquí de autonomía es ahora más que nunca, una necesidad para cualquier solución política del conflicto del Sahara Occidental.