Sáhara: El secretario adjunto de la ONU, Hervé Ladsus próximamente en la región

sahara-ladsusEl secretario general adjunto de la ONU a cargo de las operaciones de mantenimiento de la paz, el francés Hervé Ladsus debe realizar del 20 al 25 de octubre, una gira por el norte de África para tratar de desactivar la crisis sobre el puesto fronterizo marroquí de Guerguarat.

En lugar de Christopher Ross, el enviado personal del Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, que va traspasar el cargo a partir del 1 de enero de 2017, al ex primer ministro portugués Antonio Guteress, es el curtido diplomático francés Ladsus quién retomara el baston de peregrino hacia el norte de África para tratar de reducir la tensión entre Marruecos, el Polisario y Argelia, cuyas negociaciones entorno a la cuestión del Sahara occidental, están prácticamente en punto muerto desde 2013 tal vez incluso desde el nombramiento de Ross en enero de 2009.

La misión del responsable va a ser un poco delicada ya que se produce en un contexto marcado por un alta tensión alimentada por el estacionamiento en la zona de amortiguamiento de los elementos armados del Polisario que acudieron al lugar, supuestamente para «parar » la construcción por la ingeniería civil marroquí, de un tramo de 4 km de carretera que une el extremo suroeste del Sahara marroquí con el norte de Mauritania.

La falta de progreso en la solución política del conflicto territorial entre Marruecos y Argelia a través del Polisario, a pesar de los esfuerzos inútiles de Ban Ki-moon, y su enviado, Christopher Ross, sólo complica más la misión del diplomático francés Herve Ladsus.

Por otra parte, la testarudez del Polisario de mantener su milicia armada en la zona de amortiguamiento no lejos del puesto fronterizo marroquí de Guergarat y a 120 metros de la posición de las fuerzas de seguridad de Marruecos, a pesar de la finalización del 90% de los movimientos de tierras y pavimentación de esa carretera, sólo complica la situación e inflama aún más las relaciones entre Marruecos por un lado, y las Naciones Unidas y la MINURSO, por el otro.

Al rechazar de plano la propuesta marroquí de una amplia autonomía y continuando de aferrarse a su anticuada demanda de «referéndum de autodeterminación» que incluso la ONU ha rechazado como una opción para la resolución consensual de la disputa territorial, los dirigentes del Polisario en realidad están haciendo el juego del régimen argelino que busca a través de este asunto, poner trabas a Marruecos y debilitarlo para imponer su liderazgo en la región y tal vez incluso permitirse un corredor a lo largo de la costa atlántica para exportar sus hidrocarburos.

Deben darse a la evidencia que los intereses de los saharauis retenidos contra su voluntad en los campamentos de Tinduf, son la última preocupación de los gobernantes y de los generales argelinos.

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