Los dirigentes mauritanos rechazados por un cierto tiempo por parte de Marruecos, tienen todo el aire de cerrar los ojos sobre las acciones de las milicias armadas del Polisario que circulan sin preocuparse en territorio mauritano y se desplazan hasta la localidad desmilitarizada de Laguira el extremo noroeste del país.
Fuentes bien informadas en la región hablan de una incitación poco escondida, de las autoridades de Nuakchot por el régimen argelino, que es cada vez más altamente en aprieto por la pesada carga consecutiva a la larga presencia en su territorio de miles de saharauis, de los cuales no sabe qué hacer en ausencia de una solución definitiva de la cuestión del Sahara occidental a nivel de la ONU.
Los altos dirigentes mauritanos civiles y militares, según las mismas fuentes, están muy solicitados en estos días por sus homólogos argelinos para contrarrestar la ofensiva diplomática de Marruecos en África por un lado y para facilitar por otra parte, la tarea de los hombres de Brahim Ghali. Estos último habiendo perdido toda esperanza de hacer realidad su demanda de un referéndum de autodeterminación, probablemente aconsejados y alentados por los generales argelinos, de empujar a fondo la escalada en la región para presionar a la comunidad internacional y a su jefe de la ONU, y forzarlos a desbloquear el proceso de liquidación.
Es en este contexto que el 4 de diciembre, los medios de comunicación del Polisario habían publicado una foto que Brahim Ghali y un grupo de sus milicianos en uniforme, y que se supone que ha sido tomada en una playa en Laguira, una localidad en la zona de amortiguamiento, pero administrado por el ejército mauritano.
Hasta entonces, el ejército marroquí no reaccionó a las provocaciones de los milicianos saharauis que se encuentran a escasa distancia de su posición por la sencilla razón de que Marruecos había prometido a la ONU de actuar con moderación en la estela de la crisis nacida a principios de la operación de pavimentación de un tramo de la carretera de 3.8 KM que conduce al puesto fronterizo marroquí de Guergarat entre Marruecos y Mauritania.
Pero los actos del Polisario en complicidad con los dirigentes argelinos y la complacencia de los mauritanos, dicen las mismas fuentes, son propensos a tener consecuencias muy graves para la seguridad y la estabilidad de toda la región y ninguno de los tres países se salva de esta peligrosa escalada.