El jefe del Polisario, Brahim Ghali, se insurge contra «los intentos de algunos organismos internacionales y algunos países donantes de cortar la ayuda humanitaria a la población de Tinduf», denunciando una «guerra con objetivo de dejar morir de hambre a los refugiados» y «socavar» su resistencia.
En un tono amenazante, el jefe del Polisario ha lanzado el martes, 24 de enero una llamada a la comunidad internacional y a las Naciones Unidas, invitándoles «a intensificar la ayuda humanitaria a los refugiados saharauis en los campamentos de Tinduf».
En una declaración a la agencia de prensa argelina (APS), ampliamente retomada por los medios de comunicación del Polisario y argelinos, Brahim Ghali dice que «algunos organismos internacionales y algunos países tratan de reducir dicha ayuda (…) en esta situación específica» con el objetivo, dijo, «de ejercer presión sobre el pueblo saharaui y debilitar su resistencia.»
Para muchos observadores, esta es una manera divertida del jefe del Polisario, pedir la ayuda humanitaria, como si estos donantes (países y ONG) fueran obligados a aprovechar el dinero de sus contribuyentes, para satisfacer las solicitudes y los caprichos de Ghali y sus hombres.
El jefe del Polisario, dicen los observadores parece tener poca memoria y olvidar que muchos donantes han cerrado el grifo de su ayuda humanitaria porque es masivamente desviada por los hombres influyentes del Frente en Tinduf y algunos responsables civiles y militares argelinos.
La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) publico en enero de 2015, un informe condenatorio que dice mucho acerca de estas desviaciones a gran escala, que revela evidencia al apoyo, los detalles sobre los autores y las cantidades, fechas y lugares de estas desviaciones.
Los mismos observadores creen que el nuevo jefe del Frente Polisario, en lugar de utilizar un lenguaje amenazante para solicitar nuevas ayudas, habría debido primero pedir cuentas a los autores de estas desviaciones y juzgar, si es necesario, ante la justicia para cortar el mal de raíz.
Incluso Argelia, principal apoyo del Polisario, se vio obligada después de la caída de sus ingresos del petróleo, de minimizar su asistencia alimentaria a las poblaciones secuestradas en Tinduf, que el régimen de Argelia mantiene vigente en el territorio, siempre que continúan de servir a sus intereses geopolíticos y son un medio de chantaje contra el vecino Marroqui.