El Vaticano condenó el sábado «la explotación política» de fotografías tomadas en la Santa Sede en Roma por el Papa Francisco con niños saharauis, asegurando que su posición en el Sahara no ha cambiado.
«La posición de la Santa Sede sobre la cuestión del Sahara no ha cambiado», dijo el representante oficial del Vaticano en Marruecos, que se ha encargado a «establecer la verdad» al tiempo que condena el «uso político» de las fotos difundidas por varios medios, del Papa dando la bienvenida en la Santa Sede, a un grupo de niños presentados como saharauis y sus dos acompañantes.
La Nunciatura Apostólica ante el Reino de Marruecos recuerda en un comunicado el sábado 11 de agosto a la MAP, que «las audiencias semanales, que el Santo Padre concedió a los peregrinos de todo el mundo son de carácter exclusivamente pastoral» y «no tienen connotación política».
Varios medios y periódicos argelinos, italianos y aquellos afiliados al Polisario, habían publicado artículos y fotos que transmitían información inexacta o fragmentaria, mostrando al Papa bendiciendo a los niños presentados como saharauis.
La manipulación maliciosa de dicha imágenes, probablemente inventadas en Argel y Tinduf, no ha dejado de mármol la Santa Sede, sobre todo porque el incidente se produce cuando el Papa Francisco es esperado próximamente en Marruecos para una visita oficial, sería la primera de su tipo desde aquella emprendida en el Reino, hace unos 33 años, por el fallecido Papa Juan Pablo II.
La noticia fue anunciada el 25 de mayo por el Cónsul Honorario del Reino en Bari (Italia), Vincenzo Abbinante que decía que Francisco hubiera programado en «los próximos meses» una visita oficial a Marruecos.
La dirección del Polisario encaja un nuevo desaire que viene directamente del Vaticano para enriquecer su registro que ya es demasiado lleno de fracasos mordaces tanto en lo político como en lo diplomático a pesar del apoyo incondicional de la máquina diplomática argelina.
Después de haber perdido la cara en muchas escenas diplomáticas, ya sea en las Naciones Unidas en Nueva York y Ginebra o en la Unión Europea en Bruselas y Estrasburgo o África, los dirigentes del Polisario se aferran ahora, a varios hechos para restaurar su escudo de armas y calmar a los espíritus que se calientan en los campamentos de Tinduf.