El sàhara: Marruecos, ultima étapa de una delicada mision para Christopher Ross

Un cuarto viaje para desbloquear el espinoso problema del conflicto del Sàhara. Es en Marruecos, que termina la nueva gira del representante personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross, que está en su cuarta gira en la región desde que asumió el cargo en el 2009. Llegó la mañana del viernes a Casablanca procedente de Nuakchott para consultas con las más altas autoridades del Reino de Marruecos.
Ross espera que su misión actual pueda conducir a avances concretos hacia la solución del conflicto del Sáhara Occidental, de conformidad con las recomendaciones de las Naciones Unidas y los llamamientos de la comunidad internacional. El primer resultado de la misión del enviado de la ONU es de reunir entorno de la misma mesa a principios de noviembre, las delegaciones de Marruecos, del Frente Polisario y de los dos países vecinos, Argelia y Mauritania para una nueva ronda de discusiones informales bajo los auspicios de las Naciones Unidas. El representante personal de Ban Ki-Moon, ha sido recibido por el presidente Mauritano, Mohamed Ueld Abdelaziz, a su llegada el jueves a Nuakchot, pidió superar el statu quo en el Sáhara Occidental. Incluso ha declarado que su misión actual es ayudar al Reino de Marruecos y al Frente Polisario para alcanzar «una solución política justa, duradera y aceptada por ambas partes.»

Durante las étapas de Argel, donde fué recibido en audiencia por el presidente Abdelaziz Buteflika, deTinduf y de Nuakchott, Ross no dejó de subrayar la «urgente necesidad de aliviar la tensión y evitar cualquier cosa que pueda inflamar la atmósfera y dificultar el progreso en las negociaciones. » Antes de abandonar el viernes Nuakchott, en dirección a Marruecos, Ross reiteró la esperanza de que su visita a la región, permita avances concretos hacia la solución deseada.
El Polisario reclama desde su cuartel general en Rabuni en el suroeste de Argelia, un referéndum de autodeterminacion considerado»inviable» y «poco realista» por Rabat y gran parte de la comunidad internacional, incluyendo las principales capitales como Washington, París y Madrid . Llegado a su cuarta ronda en marzo del 2008, las conversaciones directas de Manhasset, en suelo americano, en las cuàles participaron Marruecos y el Polisario ademàs de Mauritania y Argelia como observadores, bloquean sobre los puntos de vista opuestos de los protagonistas.
Según muchos observadores extranjeros y expertos en la cuestión del Sáhara Occidental, la clave de la solución está en manos de Argelia, que alberga en su suelo los campamentos de refugiados saharauis, y apoya física, financiera y diplomáticamente el movimiento separatista desde su nacimiento en la era de la Guerra Fría. Los mismos observadores creen que la presión se debe hacer sobre el gobierno de Argelia para ayudar a las dos partes en conflicto a encontrar un terreno común y poner fin a un conflicto que ha durado más de 35 años.
Un claro mensaje ha sido emitido a éste respecto por el enviado de la ONU Christopher Ross en su camino a Argelia, donde esperaba ver a su gira por la región conducir a «progresos concretos» para una solución » justa y duradera » del conflicto del Sáhara Occidental. Por parte mauritana, Ross dijo que recibió «el apoyo de Mauritania a los esfuerzos de las Naciones Unidas y la misión del representante personal del secretario general,» después de una reunión con el jefe de Estado mauritano . Habra que esperar la reunión de principios de noviembre para determinar el resultado de la gira del enviado de la ONU.

 

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