Sahara: La marcha de Casablanca, un acontecimiento sin precedentes

La marea humana que se ha extendido Domingo, 28 de noviembre en Casablanca fue un hecho sin precedentes en Marruecos. Entre 2,5 y 3 millones de marroquíes marcharon por el Sahara y la integridad territorial de Marruecos. Sobre todo denunciaron la política del Partido Popular español hostil a Marruecos. Un partido que ha hecho todo lo posible para aprobar en la precipitación una resolución parcial del Parlamento Europeo contra el Reino.
El mensaje de los manifestantes, que llegaron de todas partes del país fue claro: La integridad territorial de Marruecos es una línea a no cruzar. Es también la causa por la que todos los componentes del país están firmemente unidos y hacen muestra de una cohesion a toda prueba .Los manifestàntes han particularmente denunciado algunos medios de comunicación españoles que han distorsionado la realidad de la violencia, el 8 de noviembre en El Aaiún, para poner en contra la opinión pública española contra el Marruecos . Medios de comunicación que ciegamente diéron la espalda a la ética de la profesión mediante la participación en un despliegue publicitario sin precedentes en un país occidental. Tanto es así que no han dudado en explotar descaradamente las imágenes de niños palestinos víctimas de los ataques israelíes.

Los manifestantes, sin embargo, elogiaron la voces que se erigieron en el Parlamento Europeo para lamentar la falta de comprensión de una resolución parcial y desbalanceada. Muchos diputados de diferentes nacionalidades y diferentes tendencias políticas han condenado ésta forma de precipitación, acertadamente resumida por el parlamentario francés, Dominique Baudis (PPE): «La realidad es muy diferente de lo que la propaganda nos ha tratado de hacer creer «.
Los manifestantes han señalado: el PP español de ser cómplice de los tejes manejes del Polisario y Argelia para hacer abortar la iniciativa marroqui de autonomia para el Sàhara . Una iniciativa que se ha vuelto más peligrosa para ellos, ya que fue descrito como «juiciosa» y aceptada internacionalmente como base de negociaciones serias por el Consejo de Seguridad.

 

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