Los medios de comunicación argelinos arremeten contra el Madrid y París juntos. Involucrados, la presunta participación de las dos capitales en el aliento, inspiración e incluso del plan de autonomía presentado por Marruecos para resolver la cuestión del Sahara. La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez y su homólogo francés, Michele Alliot-Marie no tuvieron pelos en la lengua ante ése embavecimiento. Ni siquiera los Estados Unidos escapan de la ira de los medios de comunicación que acusan a Washington de incitar también «activamente» Marruecos para establecer un tal plan. Las tres capitales no sólo son acusados de no respetar la neutralidad necesaria, pero de prácticar «parcialidad activa» en éste conflicto eminentemente regional. El colmo de ésta acritud se debió sin duda a las declaraciones del jefe de la diplomacia española, tras una reunión de 17 de diciembre en París con Alliot-Marie. Trinidad Jiménez ha afirmado que París y Madrid apoyan las conversaciones informales en Nueva York bajo los auspicios de la ONU para una «solución equilibrada, aceptable y sostenible».
Agregàndo : «Estamos de acuerdo en que Marruecos es, para Francia como para España, un socio estratégico, un país prioritario con el que tenemos una muy buena relación por el bien de los tres países.» Eternamente frustrados, estos medios no han captado la sutileza, pero los tres países a los cuàles críticàn la posición en el conflicto del Sáhara son potencias muy conscientes de la situación en la región. Dos de ellos son también miembros del Consejo de Seguridad, que considera que el plan marroquí de autonomía es una base «seria y creíble» de las negociaciones. La tercera es la antigua potencia colonial, que conoce los entresijos de toda ésta historia, así como el papel de Argelia en la perpetuación de un conflicto del cuàl continua a mover los hilos interpuesta por el Polisario.
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