Las legislativas anticipadas en Marruecos constituyen una verdadera pasarela hacia la concretizacion de la regionalización a través de ella la autonomía de las provincias Marroquíes del sur. Por esta razón que el voto de 25 de noviembre de 2011 es un factor decisivo para el futuro de esta región y para sus electores. Más allá de la elección de los candidatos que deberían representarlos en el futuro parlamento y gobierno, las legislativas anticipadas celebradas después de la adopción de una nueva Constitución, son el preludio a una regionalización. Es un proceso que deberia implicar, precisamente, en primer lugar, las provincias del sur, donde la regionalización significa a ojos de los marroquíés saharauis, una amplia autonomia. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que esta autonomía les proporciona, por primera vez, la posibilidad de gestionar por sí mismos, sin pasar por el gobierno central, sus asuntos locales, tanto a nivel político, económico y social. A través de esta autonomía inducida por la regionalización en la nueva Constitución, los saharauis marroquíes también tendrán la oportunidad de explotar directamente los ricos recursos naturales de sus provincias.
Además, los habitantes del sur tendrán que materializar sobre el terreno, el plan de autonomía que el gobierno marroquí presentó a las Naciones Unidas (ONU) y su Consejo de Seguridad en el marco de las negociaciones para poner fin al conflicto artificial, creado de la A a la Z en torno al Sahara Occidental, por los opositores de la integridad territorial del Reino. También es una oportunidad inesperada para los miles de refugiados saharauis en cautiverio durante más de tres décadas en los campamentos de Tinduf en el desierto argelino, de poder unirse a su tierra natal y reencontrarse con sus familias. Por lo tanto, un paso crucial y que los habitantes de las provincias del sur, impulsados por un entusiasmo y un sentido de patriotismo sin igual, están preparando para cruzar en las próximas semanas y meses venideros, ya que se trata del futuro de su región y el de sus hijos. Este entusiasmo y fervor que anima los electores de las provincias del sur, es sin lugar a dudas, una respuesta clara a todos aquellos que buscan en vano de poner en duda el compromiso de ésos ciudadanos a su marroquíneidad.
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