La propuesta marroquí de autonomía para las provincias del sur, sigue atrayendo el apoyo de los países democráticos y la comunidad internacional. El último hasta hoy en percibir en esta propuesta una solución aceptable para la solucion del viejo conflicto del Sáhara Occidental, es el Parlamento británico. En un informe sobre las elecciones parlamentarias celebradas el 25 de noviembre en Marruecos, la Cámara de los Comunes calificó de «iniciativa seria», el plan de autonomía presentado por Marruecos para resolver el conflicto artificial sobre su integridad territorial.
«En 2007, Marruecos ha hecho un esfuerzo serio para avanzar en las negociaciones (sobre la cuestión del Sahara), proporcionando una autonomía al territorio bajo soberanía marroquí», dijo en su informe, la institución legislativa británica.
Preparado a cuenta de los miembros de la cámara baja del parlamento de Westminster, el informe también advierte que el ex Enviado Personal del Secretario General de las Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, Peter van Walsum concluyó antes de dimitir en 2009 que » la independencia no era una opción realista «para resolver el conflicto.
Volviendo a la posición del Gobierno del Reino Unido sobre este asunto, el Parlamento de Westminster señaló que Londres, siempre apoyàndo los esfuerzos del Secretario General de la ONU, y su Enviado Personal para llegar a una «solución política negociada» , considera que el plan de autonomía presentado por Marruecos como una «contribución seria y creíble a éstos esfuerzos», de acuerdo con los términos de la Resolución 1871 del Consejo de Seguridad de la ONU. La misma opinión es defendida por los diplomáticos de muchos países encabezados por los Estados Unidos y Francia, ambos miembros permanentes del Consejo de Seguridad.