La propuesta marroquí de una amplia autonomía para el Sahara es una solución honorable para todas las partes en el conflicto a saber, Marruecos, Argelia y los dirigentes del Polisario. Esta es la idea planteada y apoyada por el senador francés, François Grosdidier. El proyecto marroquí de autonomía para el Sahara, dijo el viernes pasado en París, ofrece «una salida honorable a cada uno de los protagonistas, sino también una organizacion institucional y un modelo de desarrollo aun desconocido en el mundo árabe-musulmán» . En su intervención en un coloquio organizado con motivo de la publicación del libro «Mohammed V y la monarquía popular» del escritor francés Charles Saint-Prot, que conmemora el 50 aniversario de la muerte de el Rey Mohammed V a finales de (1961 ), el senador UMP (derecha) quiso recordar los lazos históricos de lealtad que hacen «efectiva» la soberanía marroquí sobre el Sáhara, reconocido por las antiguas potencias coloniales fràncesa y española.
En este contexto histórico, François Grosdidier apoya la idea de que «si el colonizador hubiera sido el mismo desde Tánger a Dakhla, y si se había retirado, al mismo tiempo en todo el país, nunca la soberanía marroquí sobre el sur haria sido impugnada. «
Para el senador francés, es de conocimiento común que un estado independiente de 300.000 personas estaria en la incapacidad de ejercer el control de una región saharaiana tan vasta como el Sáhara Occidental, mientras que los estados vecinos, diez veces más poblados, ya están en el dolor e incapaces de poner fin a las redes terroristas o criminales que asolan la región. El statu quo en el Sáhara «ya no es sostenible», como lo ha afirmado este domingo en Rabat , el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. Todo el Magreb, dijo, se beneficiaría de la cuestión resuelta a través de un proceso político. El Frente Polisario ha perdido la batalla sobre el plano militar y està perdiendo la cara en el frente diplomático ya que el número de Estados que han retirado durante la última década, el reconocimiento de la RASD, ha llegado a 34 países, 10 en África y otros en América Latina y el Caribe.
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