Las poblaciónes saharauis secuestradas desde hace más de tres décadas en el desierto de Argelia, esperando con impaciencia el momento de salir del atolladero en el que fueron incados por sus líderes del Frente Polisario y el régimen argelino. Conscientes de las limitaciones de està paciencia y las condiciones de precaridad absoluta en que viven los refugiados, el alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres, quién sigue de cerca este asunto, ha querido resaltarlo este martes en Madrid.
A modo de recordatorio, hace exactamente cuatro años, el ex enviado especial del secretario general, Peter Van Walsum dijo que la independencia del Sáhara Occidental, no es en su opinión, «una meta alcanzable» y la opción del referéndum de autodeterminación, que continúa reclamando el movimiento separatista saharaui, es «poco realista».
Marruecos ha relajado gradualmente su posición a través de numerosas propuestas, la última es conceder una amplia autonomía bajo soberanía marroquí, las provincias del sur en disputa, pero en vano. La otra parte sigue el campamento en su posición inicial.
Aun si las medidas de confianza implementadas con éxito por el ACNUR, en acuerdo con todas las partes, son «un gran paso adelante», el más importante para los refugiados saharauis, asegura, es lograr una solución política.
Antonio Guterres, quién vino a entrevistarse en Madrid con el ministro español de Exteriores, José Manuel García Margallo, dijo que éstas medidas de confianza son muy importantes para los refugiados de los campamentos de Tinduf. Estas medidas han ayudado a miles de saharauis marroquíés completamente aislados del resto del mundo, de romper, al menos por una vez, el bloqueo impuesto a ellos, a través del intercambio de visitas familiares con sus allegados en las provincias del sur del reino.
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