Los recientes artículos publicados golpe a golpe por el The Washington Post y The Economist Intelligence Unit sobre el conflicto del Sáhara Occidental, recuerdan una vez más la pertinencia del plan de autonomía en una región amenazada por la desestabilización y los movimientos terroristas. El periódico de de gran tirada en la capital federal de los EE.UU. alerta sobre las veleidades de la creación de un «Estado no viable» en el Sáhara Occidental.
Sobre todo cuando toda la región vive bajo la
amenaza de la inestabilidad y la proliferación de grupos terroristas y insurgentes. La división, recientemente proclamada en el norte de Malí, donde los rebeldes Tuareg, aliados con los grupos islamistas, han anunciado la creación de un Estado independiente, dà toda la medida del peligro que acecha la región del Sahelo-Sahariana en su conjunto.
Esta amenaza se ha multiplicado desde la caída de Gadafi, dàndo lugar a un flujo incontrolado de circulación de armas en la región. Las sofisticadas armas cayeron en manos de los grupos de AQMI anima a los Yihadistas y los insurgentes a multiplicar el rapto de rehenes occidentales y a financiar sus actividades de desestabilización regional mediante cobro de rescates que sacan de estos secuestros. Además, la creación de un Estado débil e incapaz de garantizar su propia seguridad en el Sáhara Occidental sería simplemente suicida. Es en este sentido que llega el informe de abril, publicado por The Economist Intelligence Unit. El prestigioso centro de reflexión Britànico tomó nota de los méritos de la propuesta marroquí de autonomía para resolver la cuestión del Sáhara Occidental. Sobre todo porque este proyecto ha recibido un amplio apoyo internacional, Washington y París creen que éste plan es la única propuesta «realista y creíble» para una resolución justa de éste conflicto regional.