Sáhara Occidental: la hecatombe de los mediadores

El anuncio de la retirada de Marruecos de su confianza en el enviado de la ONU para el Sahara Occidental, Christopher Ross, ha hecho salir imprudentemente a Argel del bosque. Los oficiales argelinos reaccionaron de inmediato contra la posición de Rabat. Una reacción apresurada que revela el verdadero papel de protagonista que juega Argel en el conflicto regional, por el Polisario interpuesto.
Retirar la confianza a Christopher Ross, Marruecos ha pedido al Secretario General de la ONU de restablecer el proceso desolucion. Rabat quiere continuar las negociaciones, pero sobre la base de las resoluciones del Consejo de Seguridad que, desde la presentación del proyecto marroquí de autonomía en 2007, invitó a las partes negociadoras de mostrar «realismo y compromiso». Es ignoràndo el espíritu de reconciliación defendido por la comunidad internacional que, Christopher Ross, ha faltado al deber de imparcialidad que se liga cualquier mediador. Argel, ha de inmediato respondido que apoyàba por contra los esfuerzos de Christopher Ross. Una posición en las antipodas a la de la adoptada en 2009 contra el antecesor del Sr. Ross, el holandés Peter Van Walsum.

Argelia había reaccionado al momento contra el mediador de la ONU cuando llegó a la conclusión de que «la independencia del Sahara no es una opción realista». El enfoque de Peter van Walsum de poner en paralelo la realidad política y la legalidad internacional, había irritado a los dirigentes argelinos. Argel, había acusado al enviado personal del Secretario General de las Naciones Unidas de promover la posición de Marruecos, la obteniéndo su renuncia en el final.
Hoy en día es el mismo escenario que se repite, pero a la inversa. Esta vez, Christopher Ross, no se encuentra en esta imparcialidad, si es necesario en este conflicto regional complejo.

 

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