El mediador de la ONU Christopher Ross finalmente reconocido implícitamente que las negociaciones informales que perduraban desde 2009, no dieron sobre nada. Una consecuencia lógica de la diferencia que ha caracterizado las conversaciones del espíritu de realismo y de compromiso propuesto por el Consejo de Seguridad para poner fin al conflicto del Sáhara Occidental.
En lugar de rondas informales, el enviado personal del Secretario General para el Sáhara Occidental ha optado por un nuevo enfoque, basado en la «diplomacia de idas y vueltas». El objetivo es animar a la reanudación de las negociaciones sobre una base más firme. A través del proceso de la diplomacia delas idas y vueltas, que fue aceptada por los miembros del Consejo de Seguridad, Christopher Ross planea ampliar el círculo de sus consultas. El mediador de la ONU prevé asi desencadenar concertaciones adicionales para colaborar con los «actores claves internacionales». Hay que entender en éste sentido, extender las consultaciones màs allà de los círculos que hasta ahora infructuousas de las partes directamente interesadas, como Marruecos, el Polisario, Argelia y Mauritania para ampliarla a las potencias con influencia en este caso. Pero Francia como Estados Unidos, que formàn parte del grupo de «Amigos del Sáhara Occidental», ya han expresado su posición favorable al plan de autonomía marroquí. Al igual que París como Washington y otras capitales del mundo, el plan de autonomía constituye una base sólida para las negociaciones.
Esta posición que atrae cada vez a más países, no está sin relacion con el riesgo de desestabilización en la región, causado por el auge de los movimientos terroristas y separatistas en el Sahel. La situación en el vecino Malí, cuya mitad norte está en manos de pequeños grupos yihadistas islámicos y separatistas vinculados a Al Qaeda, es el peor ejemplo.
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