El gobierno sueco ha reaccionado fuertemente el jueves rechazando cualquier idea de reconocer la independencia de la República imaginaria del Sáhara Occidental conforme a lo solicitado por la moción aprobada ayer por el Parlamento.
El texto del parlamento no vinculante para el ejecutivo sueco, que sigue siendo la única autoridad para decidir de la política exterior del país, dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Suecia. Anders Jorle Además, ha señalado que, en este caso, los criterios para el reconocimiento de un Estado no se cumplieron. Las condiciones para la existencia de un territorio independiente, de un pueblo que vive allí y de un gobierno realmente eficaz no se cumplen. De formas, Suecia sigue apoyando el proceso supervisado por la ONU para lograr una solución política del conflicto regional, insistió Anders Jorle. Si el Parlamento tiene derecho a aprobar una moción, «la decisión recae en el gobierno, que no tiene intención de reconocer a la RASD», sentenció el portavoz sueco.
Por lo demàs, la votación de la mocion solo ha podido ser obtenida gracias al apoyo masivo de la extrema derecha, los Demócratas de Suecia, que es la tercera fuerza política en Suecia, mientras que los cuatro partidos de la mayoría gobernante votaron en contra. Pero la ironía de la historia reside en la posición edificante del propio jefe del grupo parlamentario de los Verdes. De hecho, Mehmet Kaplan cuyo Partido de los Verdes fue uno de los grupos de la oposición detrás de este movimiento es el primero en invitar al gobierno sueco a que sigan apoyando los esfuerzos de la ONU. Para él, es en el marco de la ONU que debe buscarse una solución política, justa y duradera al conflicto regional del Sahara Occidental. Y en el proceso, el diputado Kaplan cree que el plan de autonomía propuesto por Marruecos, reúne todos los requisitos, para servir de base para una solución negociada.
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