Es el escenario tàn temido que se produjo en Argel sobre la cuestión del Sáhara Occidental. Lejos de inclinar muy ligeramente la posición de París según lo deseado por Argelia, la visita del presidente francés, François Hollande, no ha hecho que reforzarla.
Respondiendo a la pregunta de un periodista argelino sobre el tema, el jefe del Estado francés respondió con calma: «Francia apoya una solución negociada y mutuamente aceptable a la cuestión del Sáhara Occidental, de conformidad con las resoluciones y configuraciones claramente definidas por la Consejo de Seguridad de la ONU «. Y para cortar de un avez por todas las interpretaciones que se podrían hacer sobre sus comentarios, François Hollande explico, siempre con calma, «El realismo y el espíritu de compromiso deben permitir de llegar a una solución política del conflicto que sólo ha hecho que durar demasiado tiempo «. Al hincar clavo un poco más, el presidente francés ha ofrecido los servicios de Francia «para ayudar a las partes a avanzar hacia una solución», sin nombrar las partes, que se reconocen por ellos mismos. Las declaraciones de François Hollande fueron aún más amargamente recibidos en Argel y Tinduf bastión del Polisario en Argelia, que se realicen por un presidente de izquierdas.
De hecho, la posición de Francia ha sido consistente en la cuestión del Sáhara Occidental, ya sea bajo gobiernos de derecha o izquierda, París es plenamente consciente del origen y fabricó los verdaderos actores de éste conflicto . Además, la posición de Francia se alinea practicamente sobre todas las resoluciones del Consejo de Seguridad desde el 2007. En este momento, Marruecos habia propuesto el plan de autonomía en el Sáhara Occidental que la comunidad internacional ha recibido con entusiasmo.
Desde entonces, el Consejo de Seguridad subraya siempre la necesidad de lograr una solución política sobre la base de realismo y compromiso para poner fin a un conflicto regional artificialmente mantenido durante casi cuatro décadas.
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