Marruecos propuso un plan de autonomía como solución política para la solución definitiva de las controversias territoriales entorno al Sahara Occidental, mientras que los militantes separatistas del Polisario reclaman con el apoyo diplomático y financiero argelino, un referéndum de autodeterminación.
Las negociaciones hasta la fecha bajo los auspicios de las Naciones Unidas no han logrado poner a ambos protagonistas sobre un terreno común. Al abordar la cuestión desde la perspectiva geoestratégica, un experto del Centro de Investigación e Información sobre la Paz y la Seguridad (GRIP) advierte que la creación de un sexto Estado en el Magreb, desencadenaria una dinámica de desestabilización en la región de Norte de África.
El investigador GRIP, con sede en Bruselas, Michel Luntumbue explica que el hecho de «fomentar la división de un Estado en vistas de crear otro, abriría la caja de Pandora». Un tal antecedente, advierte que ayudará a dar rienda suelta a las demandas de independencia en otros países vecinos (cabilas, Tuaregs) y dar lugar a una cascada de demandas de secesión y de separación.
El grupo de Investigación e Información sobre la Paz y la Seguridad, que fue creado en 1979 en Bruselas, se le asignó la misión de informar a los decididores y la opinion publica en temas de defensa y seguridad, y contribuir a la lucha contra las tensiones internacionales.
Crear un Estado en el territorio de un Estado existente no es una solución viable, insistió Michel Luntumbue, señalando que para evitar la explosion de los países del Magreb, los paises de la región deben emprender reformas en todos los ámbitos, repensar su sistemas de gobierno y fomentar la participación de todos los componentes de sus sociedades para gestionar los asuntos del Estado.
Luntumbue también hizo hincapié en la necesidad de preservar la integridad territorial de los Estados, tal como pide Marruecos y los partidos que apoyan su propuesta de autonomía para el Sáhara y trabajar hacia una mayor integración regional en lugar de empujar más la separación y la balcanización.
Los países del Magreb, sugiere, tiene todas las de ganar, promoviendo la creación de una dinámica federal e integrada supuesta a traer beneficios reales en términos de crecimiento, seguridad y de estabilidad.