La justicia ha hecho oír su voz en el juicio contra los 24 acusados de los tràgicos y mortales acontecimientos de Gdeim Izik y el veredicto cayo el domingo en la madrugada.
Las penas pronunciadas vàn de entre dos años de prisión a cadena perpetua han sido menos graves de lo esperado por las familias de las víctimas, los medios de comunicación y los observadores haiéndotomado conocimiento de las pruebas incriminatorias y que esperaban la pena capital.
Sin ánimo de ofender a nadie que haya hecho todo lo posible para desacreditar a la justicia militar marroquí, el juicio de Gdeim Izik, por la confesion de los observadores internacionales y la defensa de los acusados no estaba manchado por ninguna influencia y se llevo a cabo de acuerdo con los procedimientos internacionalmente reconocidos para disgusto de los separatistas del Polisario y algunas ONG internacionales, abiertamente alineados sobre las tésis.
La evidencia física (fotos y videos) presentadas por la fiscalía en la audiencia, no dejó ninguna duda acerca de la participación demostrada de los implicados en el linchamiento de los elementos de las fuerzas del orden desarmadas, y su pícaro asesinato y mutilación de sus cuerpos.
Los familiares de las víctimas por fin pueden consolarse de ver los asesinos de sus hijos, languideciendo en la cárcel gracias a la labor de los magistrados que sin ceder a las presiones externas y sin caer en juicios desproporcionados, fueron capaces de demostrar, con pruebas al apoyo, la culpabilidad de los acusados. La firmeza y la imparcialidad en el juicio eran las consignas durante todo el juicio, que comenzó el 1 de febrero.
Al mismo tiempo, los jueces fueron capaces de desenmascarar las maniobras de los dirigentes del Polisario que teleguiaron a los acusados desde su cuartel general en los campamentos de Tinduf, en Argelia.
El juicio, que se celebró en público en presencia de observadores nacionales e internacionales, de actores de los derechos humanos y los medios de comunicación locales y extranjeros, ha mostrado el horror y la barbarie de los crímenes cometidos por una horda salvaje contra los elementos de las fuerzas del orden que habían recibido órdenes de no utilizar sus armas de fuego para evitar víctimas entre los civiles que reclamaban pacíficamente sus derechos a la vivienda y el empleo.
En este caso en el que todas las partes fueron capaces de expresarse libremente, incluyendo los acusados, Marruecos ganó la apuesta de un juicio justo y dado pruebas irrefutables de la independencia de su justicia, incluso su ala militar.
A pesar de las secuelas de los trágicos acontecimientos de Gdeim Izik, Marruecos mantiene sus puertas completamente abiertas a todos los que desean regresar de buena fé la patria, para volver a reunirse con su familia y convertirse en un participante activo en la construcción de un reino moderno y democrático. También es uno de los principales objetivos mayores del plan de autonomía que el Estado marroquí propone como una solución política para resolver el conflicto del sàhara que le opone al Frente Polisario.
Cargando ...