Las posiciones rápidas publicadas por París y Madrid anta la propuesta de los EE.UU. de ampliar el mandato de la MINURSO para incluir la vigilancia de los derechos humanos en el Sáhara Occidental, no sorprendió a los observadores.
Para éstos últimos, la actitud firme de Francia y España se basa en dos puntos esenciales: su conocimiento profundo de los problemas como antiguas potencias coloniales y su posición actual de primeros socios económicos en el Magreb. Los Estados Unidos tienen una percepción más bien teórica, basada en los intereses relacionados con el petróleo en la región. Las posiciones de Madrid y París están más matizadas, mientras que los intereses económicos de los países de la región no son menos importantes. La razón de este cambio es que Francia y España conocen en detalle la génesis y evolución del conflicto del Sáhara Occidental. España primero, ya que estuvo presente como una fuerza de ocupación, tanto en el Norte como en el Sur de Marruecos. Francia, entonces, debido a que ocupaba la parte central de Marruecos, sino también la vecina Argelia. Argelia, que hoy alberga la sede del Polisario, apoya y financia las reivindicaciones del Frente separatista.
París y Madrid saben mejor que Washington las condiciones en que nació el Polisario con la instigacion conjunta del presidente argelino Bumedian y el líder libio Muammar Gaddafi. También saben las increíbles condiciones en las que se proclamó la famosa «república saharaui». Es por esta razón por la que Francia y España insisten en que la república cuyos contornos se elaboraron sobre carné de notas de Bumedien y Gaddafi no supere esta franja. El «Maghreb está bien como està, no necisita un sexto estado fantoche», había comentado a un diplomático español. Para estos observadores, ni París ni Madrid se han dejado cojer por el teje maneje que Argelia está tratando de jugar en el frente de los derechos humanos en el Sáhara Occidental. Ambas capitales saben perfectamente bien demasiado,que alli tambien, que este argumento es avanzado desde 2007 para abortar el plan de autonomía presentado en el mismo año por Marruecos para llegar a una solución política definitiva.
Por eso los observadores no estaban sorprendidos por el anuncio español que la propuesta estadounidense era «insostenible». No se sorprendieron, ya sea por la Declaración de París reiteràndo su «apoyo al plan marroquí de autonomía presentado en 2007 como una base seria y creíble para una solucion negociada de conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.»
Cargando ...