Los gobernantes de Argelia no parecen apreciar el plan de autonomía que Marruecos propone desde 2007, para zanjar definitivamente la disputa territorial que le opone al Frente Polisario.
Los dirigentes argelinos y encabezado por el presidente Abdelaziz Buteflika y los viejos generales del Ejército Nacional Popular (ANP ) están preocupados de que la aplicación de dicha solución despierte la atencion de muchas tribus bereberes y tuaregs, como la del movimiento independentista Cabileo.
Orgullosa de sus ingresos petróliferos, Argelia se preocupa poco de la integración del Magreb , por el contrario, ha hecho todo para sofocar el viejo proyecto nacido muerto de la Unión del Magreb Árabe. La mayor preocupación de los líderes civiles y militares de Argel, es perpetuar la situación en el país que se adapta bien a la clase dominante y al mismo tiempo les permite continuar de poner trabas en las ruedas del vecino marroquí en los asuntos de las drogas y el Sahara. El objetivoi no declarado en esta táctica es, entre otras cosas, desviar permanentemente la atención de la opinión pública argelina sobre la situación interna considerada muy grave a nivel político y social. El problema endémico de desempleo, especialmente entre los jóvenes universitarios, a través de la propagación de la corrupción, el clientelismo, la economía de renta y otros males sociales, el futuro de Argelia, sigue siendo tan incierto que causa la depresión de una población mayoritariamente joven, señala el analista Bruce Riedel, director del «Proyecto Inteligencia» dentro de la Institución Brookings.
En un artículo titulado » la bancarrota del Estado argelino,» el investigador Riedel señaló que los generales argelinos «han decidido prolongar el mayor tiempo posible el statu quo, ya que temen que cualquier acción dirigida hacia cualquier campo político abierto podría conducir a revendicaciones democràticas peligrosas para ellos».
El escenario de catástrofe hacia el cuàl se dirige el pais, se ha incrementado con el anuncio de la candidatura del Presidente Bouteflika para un cuarto mandato presidencial muestra, de acuerdo con el analista,» el fracaso del proceso político argelino.»
El verdadero poder en Argelia, dice, permanece concentrado en las manos de los generales que dirigen Argelia, señalando que » Argelia es, con mucho, el estado policial más grande en el mundo árabe.» Por tanto, no es casual si los dirigentes de Argel arremetencontra el vecino Marruecos para salvar sus vidas y sus intereses preciosos que los términos de vecindad siguen siendo específicos de los países democráticos.