Sahara / Sahel: Argelia está jugando con fuego

valeurs-actuelsArgelia estaria, «conscienzudamente jugando con fuego», alimentando la tensión en el Sáhara Occidental y la franja del Sahel, con el apoyo de poderosos grupos de presión en la ONU y las ONG occidentales, mal informadas de las realidades locales.

En un artículo consagrado el jueves al conflicto del Sáhara que envenena desde hace casi cuarenta años las relaciones entre Marruecos y Argelia, el último número del semanario francés «Valeurs actuelles» señala que «que cada empuje de fiebre corresponde al agrietamiento del régimen argelino».

Este fue el caso durante a la ocasion de ronda de mediador de la ONU en la región, Christopher Ross, y es el caso hoy en día, «la sucesión del presidente Abdelaziz Buteflika tàn opaco como difícil» hace hincapié la revista en su rubrica «Mundo», agregàndo que Argel, «los cuchillos están afilados y en el Sur, la tensión acbar de subir de repente.»

Esta subida de tensión, señala el autor del artículo,»concierne el Sáhara Occidental, lo que déjà pensar que Argel juega deliberadamente con fuego, con el apoyo de los grupos de presión, de gran alcance en la ONU y las ONG occidentales, mal informados sobre las realidades locales».

«Esta rivalidad se presta a todas las pujas, con el riesgo de aumento de la inestabilidad en la vasta región Sahelo-sahariana, donde cerca de 3.500 soldados francésespersiguen las redes yihadistas» se preocupa la publicación.

Argelia, añade el semanario, «tiene su títere del Polisario para servir a su estrategia anti-marroquí, aunque los +combatientes+ saharauis se pasan a menudo al tráfico lucrativo en conjunto con redes mafiosas argelinas».

Patrocinado, armado y apoyado con los brazos abiertos por el régimen argelino, el Polisario amenaza con tomar las armas, dice «Valeurs actuelles», recordando que por el deterioro de la situación, el rey Mohamed VI de Marruecos no ha tenido pelos en la lengua para advertir a Argelia, el 6 de noviembre, en un discurso de gran firmeza.

Mohammed VI Asimismo reafirmó la soberanía marroquí «de Tánger hasta la frontera con Mauritania,» garantizando que Marruecos no puede ofrecer más que el plan de autonomía para poner fin al conflicto en el Sahara, una autonomía, prometió, que será implementada a partir de 2015, en las provincias del sur del Reino.

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