La diplomacia argelina se ha lanzado recientemente en una carrera contra el reloj para sabotear los excelentes informes de Marruecos en particular con Francia y Estados Unidos, sus principales aliados estratégicos y con el enfoque de una reunión decisiva del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el conflicto del Sáhara que opone a los dos países vecinos.
Dos días antes del viaje a Marruecos, del primer ministro francés, Manuel Valls para la reactivación del eje París-Rabat, el ministro argelino de asuntos exteriores, Ramtane Lamamra llegó el martes 7 de abril al Quai d’Orsay para poner el reloj a punto con su homólogo francés, Laurent Fabius, «sobre cuestiones políticas y de seguridad en la región Sahelo-Sahariana.» Nada se filtró sobre otros temas abordados, y sobre todo la cuestión del Sahara marroquí que tienen muy a pecho los gobernantes de Argel en su ciego apoyo a las demandas de independencia del Frente Polisario.
Argelia incluso ha manejado la Unión Africana para eludir la ONU, para hacer hacer nombrar a su propio enviado especial para el Sáhara Occidental, en la persona del ex presidente de Mozambique, Joaquim Chissano.
Pero no contaban con la posición invariable de Francia en la cuestión del Sahara Occidental. El jefe del gobierno francés ha reafirmado claramente durante su visita el jueves, a Marruecos, afirmando que «Francia es un aliado político de Marruecos en todos los ámbitos, incluso en la cuestión del Sahara».
En su carrera contra el reloj, el ministro argelino viajó»casualmente» a Washington en vísperas de la tercera sesión del diálogo estratégico entre Marruecos y Estados Unidos que copresidirán los jefes de la diplomacia marroquí, Salaheddine Mezouar y el estadounidense, John Kerry. Reiteró el apoyo de su país al plan marroquí de autonomía para el Sahara, que Washington califica de «serio, creíble y realista».
Lamamra también vaijo también a Washington, para co-presidir con John Kerry, una reunión similar y aprovechó la ocasión para elogiar el papel de la mediación «muy importante y constructiva» que Argelia es supuesta desempeñar en el Magreb y de Oriente -oriente especialmente en la crisis de Mali y el conflicto libio.
Pero el diplomático argelino no le dijo a Kerry que los generales argelinos estaban siendo preparando militarmente a las milicias del Polisario para ir a la guerra contra el vecino Marruecos.
Como prueba, Ramtane Lamamra, de nuevo puso la cuestión del Sáhara Occidental a la cabeza de la agenda internacional. Pero Lamamra probablemente se equivoco de dirección, llamando a la puerta del Quai d’Orsay en París y del edificio Harry S. Truman en Washington. Probablemente se olvidó de que estos dos países potencias, los miembros del Consejo de Seguridad, han durante mucho tiempo elevado a Marruecos a la categoría de aliado estratégico en el norte de África y en la región MENA.
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