El Polisario sigue sufriendo la onda de choque de la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Sáhara Occidental, los disidentes saharauis enojados dirigiendo un intenso fuego en contra de la dirección del Frente acusado de haber alineado a ciegas a la posición de Argelia.
En los campamentos de Tinduf, en el suroeste de Argelia, el jefe del Polisario y sus principales colaboradores son fuertemente criticados por sus opositores, que acusan al movimiento de haber vendido su causa. Las críticas vienen del movimiento desidente khat Achahid, sino también el Movimiento de la Juventud para el Cambio y otros opositores.
El principal argumento avanzado por los opositores de Mohamed Abdelaziz es que la resolución 2218 del Consejo de Seguridad y el último informe del Secretario General sobre el Sáhara Occidental, enmarca ahora formalmente el proceso político. Un proceso que la ONU está decidida de llevar a cabo para lograr una solución de este conflicto regional que envenena las relaciones entre Marruecos y Argelia durante cuatro décadas.
El texto de la ONU es un golpe duro a la política de Argelia, que ondea la carta de los derechos humanos y lo que considera como un saqueo de los recursos naturales del Sáhara Occidental. Estas acusaciones fueron ignoradas por los 15 miembros del Consejo de Seguridad, que consideraron que es más bien un intento de desviar el proceso político.
El Consejo de Seguridad reafirma su compromiso con el objetivo principal que se ha propuesto, es decir, la continuación del proceso de negociación sobre la base del realismo y el espíritu de compromiso. Una alusion a penas velada al plan de autonomía presentado por Marruecos en 2007, y que ha sido descrito como propuesta seria y creíble para llegar a una solución de este conflicto regional viejo de 40 años.
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