Un nuevo escándalo acaba de salpicar el Polisario en Bruselas, donde los partidarios de los separatistas se aprovecharon de la bonanza de las ayudas internacionales de benefactores, para proporcionarse un encuentro de ebriedad.
Dados los muchos escándalos de malversación de las ayudas humanitarias y la malversación de fondos que involucran a los caciques y dignatarios del Polisario, los observadores comienzan finalmente a comprender por qué estos últimos y a su cabeza el siempre presente de Mohamed Abdelaziz siguen aferrándose al status quo y rechazan cualquier acuerdo consensual del conflicto del sáhara occidental.
Con el apoyo de argelia, cuya situación actual es perfecta para sus ambiciones hegemónicas y de liderazgo en la región, la dirección del Polisario no ha cambiado ni un ápice su posición y continúa aferrándose a la opción del referéndum de autodeterminación. Los defensores del separatismo son sin embargo convencidos de que su reclamación es obsoleta y que ya nadie habla ni el palacio de las Naciones Unidas, ni en el Consejo de Seguridad, o incluso dentro de la Unión Europea. Sólo un número insignificante de personalidades y organizaciones siguen apoyando la tesis del Frente Polisario con sede en los campamentos de Tinduf en suelo argelino.
Siempre que los principales fondos de ayuda internacionales continuasen de llenar las cajas del Polisario y las cuentas bancarias de sus dirigentes, que estos ultimos hacen lo imposible para bloquear cualquier solución definitiva a la disputa territorial que les opone a marruecos desde hace casi cuarenta años.
El régimen argelino también tiene interés a perpetuar este conflicto, con fines geoestratégicos, para mantener a correa el Reino de marruecos, su vecino y su oponente N° 1 en la región del Magreb.
Un nuevo escándalo se suma a la malversación de fondos a gran escala de la ayuda humanitaria europea, anunciado a principios de este año por la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), y que se ha extendido como una mancha de aceite en las redes social.
La semana pasada, activistas miembros de una asociación cercana del Polisario y con sede en Bélgica, fueron fotografiados con partidarios durante una reunión organizada con motivo del aniversario de la llamada República Saharaui «RASD». Pero las imágenes retransmitidas en las redes sociales muestran varias de botellas de vino, vodka y whisky de las mejores marcas alineadassobre las mesas para calentar la atmósfera, mientras que miles de refugiados hacinados en los campamentos de Tinduf, en el medio del desierto argelino mueren de hambre y no encuentran nada que llevarse a la boca. Esto es lo que explica en parte el compromiso de los dirigentes del Polisario y el régimen argelino al status quo. Ambos hallán sus cuentas.